Ingesu, Lo Mejor que Sabemos Hacer

Se siente raro poner esto en palabras, jeje. Cuando empezamos, sabía que teníamos algo padre en las manos, algo único. Pero ya saben, es casi imposible adivinar qué viene en los próximos 10 minutos, y mucho menos dentro de un año. Al principio, no había clientes, nadie nos conocía, ni siquiera teníamos un nombre. ErosGay no existía, solo una idea. Una sensación. Era como una imagen borrosa en la mente, algo tan fuerte que podías sentirlo, pero tan abstracto que no sabías cómo describirlo.

Hoy, esa sensación es distinta. Ahora es como estar dentro de un remolino. El viento me empuja, siento el aire en todo el cuerpo, no sé exactamente a dónde me lleva. Hay incertidumbre, claro, pero también seguridad, porque no estoy solo en esto. Hervey y yo dijimos desde el principio: "Ingesu, hagamos lo mejor que sabemos hacer y veamos qué pasa."

Y bueno, ver hacia atrás es algo que todavía me sorprende. Recuerdo esa primera foto que subimos a Instagram: "La esencia de Lalo". Fue algo pequeño, pero tenía todo el corazón del proyecto. Luego vinieron los six-packs: primero el de Lalo, después Rodolfo, Mauricio y Juan. Más tarde, Toño. Cada modelo nos llevó a un nivel diferente, cada sesión nos hacía sentir que estábamos construyendo algo importante.

Después llegó Sodome, y ahí fue donde las cosas cambiaron por completo. Hacer los calendarios fue una locura: dos versiones, "Íntimo" y "Pasión". Uno elegante, otro más atrevido, pero ambos capturaban algo que nunca habíamos hecho antes. Las fotos no solo mostraban a los modelos, sino que también transmitían la esencia de Sodome, ese lugar donde la gente se siente libre de ser quien es. Ver todo el proyecto consolidado, los artículos, las menciones, y luego recordar la fiesta de lanzamiento… ¡Qué noche! Fue un exitazo.

Pero, ¿sabes? El sentimiento sigue siendo como un tornado. Estás en el aire, fuera de tu elemento, adaptándote a cada segundo que pasa. Cada día trae algo nuevo, algo inesperado. Lo emocionante es que aún estamos arrancando. Falta mucho camino por recorrer, pero lo que me mantiene motivado es que tenemos un montón de ideas increíbles por lanzar. Proyectos que ni siquiera existían en nuestra imaginación al principio, como el shibari, que está en desarrollo y promete ser algo completamente diferente: una experiencia inmersiva que te lleva directo al arte erótico, como si estuvieras ahí mismo.

Así que, ¿qué puedo decir? Me alegra ver hasta dónde hemos llegado y, al mismo tiempo, saber que esto es solo el comienzo. Estoy emocionado por lo que viene, por los modelos que aún conoceremos y las historias que aún contaremos. Porque al final, lo único que sabemos con certeza es que seguiremos haciendo lo mejor que sabemos hacer, dejando que este remolino nos lleve a donde tenga que llevarnos.